La mejor forma de saberlo, es pesándolo tú mismo.
Como sabes, el peso debe ser fiel a la realidad para evitar incidencias cuando el transportista lo recoja.
Puedes pesarlo de forma rápida y precisa con una báscula que tengas en casa. ¡Y recuerda, es imprescindible que peses el paquete ya embalado y listo para ser recogido! ;)